El grupo de emprendedores de Turismo Rural ofrece diferentes alternativas de colorido autóctono y un sabor plenamente dulce.

La localidad entrerriana Villa del Rosario se jacta, orgullosa, de ser el “Pueblo de las mandarinas”. Y ese slogan queda refrendado cuando uno se acerca al sector del Camino de los Dulces, donde el naranja asoma prácticamente como el color distintivo. Janet Bordigion, portavoz del grupo de emprendedores de Turismo Rural, desplegó su entusiasmo en Caminos y Sabores, promoviendo todas las bonanzas de una región de características netamente cítricas.

Los emprendedores de Villa del Rosario arribaron a la principal muestra gastronómica argentina de la mano del INTA y con el acompañamiento de organismos oficiales de la Provincia. Y desde allí incentivan el turismo regional “ofreciendo nuestro producto gastronómico en lo que es cascarita de naranja de la que somos la segunda productora del país”, remarcó Bordigion. También ofrecen variedades de mermelada de naranja sin conservantes, además de las mieles de azahares, de pradera y de monte.

“Desde aquí también fomentamos el turismo gastronómico, el rural y el ecoturismo, que se integran a los tres circuitos conformados, como son el urbano, el apícola y el de citrus, donde se destacan los productores rurales, especialmente de mandarinas, que ofrecen recorridos personalizados donde se engarzan los legados culturales e históricos, con los productivos”, contó la referente entrerriana.

Con un superficie superior a las 14 mil hectáreas productivas y 1.500 familias incorporadas, el grupo asociativo encontró en Caminos y Sabores la huella para establecer contactos y mostrar su marca a nivel nacional e internacional. “Tenemos una característica muy marcada, una imagen totalmente diferenciada y una identidad territorial que es nuestro citrus, que nos enorgullece”, reforzó Bordigion. Y agradeció el acompañamiento del Ministerio de Turismo provincial y al municipio por el empeño y esfuerzo dispuestos para garantizar una presencia sobresaliente en un evento del que ningún sector gastronómico quiere estar ausente.