La familia más antigua y emblemática elaborando embutidos en Colonia Caroya, regresa a Caminos y Sabores para seguir consolidando su relación con el consumidor y demostrar que la calidad de sus productos ya es una marca registrada en materia de calidad artesanal y sabor.

10428099_642088972544256_1612192688634448170_o“Nuestra fábrica, emplazado en Colonia Caroya, produce  charcutería fresca (embutidos): fiambres secos, cocidos, salazones, bondiolas, lomos. Tenemos una planta de 2000 mts. cubiertos con una capacidad de producción de más de 50 toneladas semanales. Pero nuestro objetivo no es producir más sino que nuestros productos tengan el mejor sabor”, sostiene Daniel Grión responsable de la firma Familia Grion junto a su hermano Diego.

Presentes en la zona que los vio nacer desde 1923, cuando su abuelo paterno se convirtió en el primer carnicero que hacía reparto a domicilio en el pueblo y marcó, casi sin saberlo, el camino de generaciones futuras que llevan en la sangre la cultura del trabajo y del “emprender”. “Somos italianos, descendientes de Friulanos, llevamos en nuestros genes el ser competitivos y emprendedores –cuenta Daniel-. Pero por sobre todas las cosas, somos trabajadores. No esperamos sentados que nos den soluciones, las buscamos nosotros”.  Por eso no es de extrañar que hayan logrado comercializar sus productos en grandes cadenas de supermercados. 

“Hay que ser pacientes, el emprendimiento propio lleva tiempo, dedicación, constancia y mucho pero mucho amor a lo que uno hace. Si no se cumplen con alguno de estos ítems, no se puede llevar a cabo. El gusto de un emprendimiento propio no es el dinero, sino la satisfacción del poder ser uno mismo, de crear una marca, de poder ser reconocido por lo que uno hace y no por lo que uno tiene”.

529857_419240578162431_2096629249_nHoy, los Grion, son una de las cuarenta familias de Colonia Caroya que se dedican a elaborar chacinados. “Ser parte de la muestra nos motiva, además de representar a nuestra ciudad, nos permite acercarnos al consumidor. Somos una empresa familiar que siempre estuvo muy cerca de la gente y sabemos perfectamente qué es lo que esperan de nuestros productos. Caminos y Sabores nos permitió acercarnos a otros mercados y públicos, para nosotros desconocidos, y nos abrió la cabeza. Pudimos hacer contactos con compradores multinacionales y conocer la actitud del público, que espera ansioso la expo, paga su entrada y viene directo a nuestro stand para comprar nuestros productos”, concluye orgulloso Daniel.