Anfiteatro de la gastronomía argentina, Caminos y Sabores tendrá su Cocina y sus Talleres de Alimentos. Será el punto de encuentro de aquellos visitantes que no se conforman con ser meros consumidores, sino que quieren descubrir los sabores múltiples provenientes de un extremo al otro del país.

A punto de convertirse en Madame Papin, Mónica Marinaro tuvo en la segunda edición de Caminos y Sabores, en el año 2006, un encuentro que le cambiaría la vida. En el stand de la provincia de Jujuy conoció a productores de papines. Entendió así la importancia que esas papas chicas de colores múltiples: rojo, violeta, amarillo, fucsia, podían llegar a tener en la gastronomía local y tomó enérgicamente su papel de distribuidora de esas

Ravioles de llama legumbres en la Provincia de Buenos Aires. “Hoy los papines han dejado de ser una novedad, sin embargo siguen siendo un producto gourmet”, sintetiza la cocinera, que este año preparará, junto al periodista Ronnie Arias, varios platos en base a maíces del Norte. Tiene la convicción de que los maíces tendrán un destino similar, es decir, que entrarán con fuerza en los hogares urbanos. Quiere homenajear asimismo al “Año Internacional de la Agricultura Familiar”, ya que el maíz es un cultivo clave para los agricultores del Norte.

Madame Papin cocinará como entrada, chapatis de harina de maíz de colores con verduras salteadas, como plato principal, raviolones de harina de maíz morado y llama, y como postre, mini tortas de maíz y dulce de leche. Eligió ravioles de carne de llama por ser un plato familiar y porque este animal se cría en el Norte. “Quiero enseñar a preparar harinas, humitas, tartas, hamburguesas y otros platos en base a maíz que son sencillos y muy nutritivos”, declara.


Sello de calidad “Tierra del Fuego – Fin del mundo”

La Cocina contará también con productos típicos de Tierra del Fuego. El chef Jorge Monópoli compartirá más que frutos del mar exquisitos… más bien una filosofía de trabajo. Al combinar sutilmente centollas y mejillones provenientes de la acuicultura, con queso de leche de oveja, pondrá literalmente a prueba de fuego alimentos que llevan el sello de calidad de la provincia. Este sello hace punta en el país, desde el año 2012, por certificar un sistema de gestión global de calidad que integra buenas prácticas de producción, responsabilidad social empresarial y trazabilidad. De este modo, cincuenta alimentos fueguinos producidos por quince empresas han obtenido un reconocimiento visible para los consumidores responsables.

“Somos cerveceros”

La cerveza tendrá un rol central en los Talleres de Elaboración de Alimentos de Caminos y Sabores. A quienes se pregunten cómo hacer cerveza, les responderá con hechos Sergio Brikman, miembro de la comunidad “Somos cerveceros” y comercial de la empresa Craft Beer, quién estará a cargo del taller de elaboración de cervezas artesanales. “Es un proceso casero al alcance de todos», asegura. Y agrega: «Con herramientas simples, como ollas, válvulas y mangueras, uno puede confeccionar su propia bebida natural. Algunos piensan que no les gusta la cerveza porque han probado una sola variedad. Existe una gran diversidad de cervezas con ingredientes tan sorprendentes como miel, especias, calabaza, etc. Claramente, esta bebida milenaria no está en manos de unas pocas empresas”, recalca el experto.

Brownie de cerveza negra sin chocolate

Otro taller cervecero estará animado por Martín Boan, del restaurante The Beer House Experience, de San Telmo. “Vamos a preparar un brownie de cerveza negra sin chocolate», adelanta. Vuelve a cocinar en Caminos y Sabores por tercera vez, atraído por la interacción con el público. “Casi todos los alimentos pueden cocinarse con cerveza. Queso, sopa, tortas, etc. Un plato ya famoso es el cerdo cocido en cerveza roja. Este año, además, presentará su libro “Cocinando con cerveza”. Martín Boan es sommelier de cerveza diplomado en Estados Unidos y Europa.

“Pastas irrompibles”

Las pastas no podían faltar en la cita gastronómica del año.  Víctor Sardella, de la empresa Meridione, traerá las mejores pastas secas de sémola de grano duro. “Es una trilogía suprema entre una materia prima argentina, artesanos argentinos, y una receta italiana que resulta un éxito histórico mundial”, expresa Víctor Sardella. A diferencia de las pastas de harina de pan o semolín, las pastas de trigo duro, o trigo Candeal, “no se pegan, no se rompen y se pueden recalentar”, informa el especialista. Además, son más nutritivas y engordan menos por ser fácilmente digeribles, agrega. No lo duda: “Una vez que lo prueban, no vuelven a comprar pastas comunes”.