El jefe de gobierno porteño encabezó el acto, acompañado por autoridades de la organización. Recorrió varios stands de alimentos regionales, artesanías y turismo, entre los saludos de expositores y el público.
Mauricio Macri dejó oficialmente inaugurada la 10° edición de Caminos y Sabores con el tradicional corte de cintas. El Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, visitó el lugar de encuentro de los alimentos regionales, artesanías y turismo, degustando cada bocado que le ofrecieron a su paso y, de muy buen ánimo, fotografiándose con cada visitante y expositor que se le solicitaba una instantánea o selfie.
En el escenario de la plaza del Encuentro, Macri compartió el corte de cintas con su ministro de Cultura, Hernán Lombardi, y las autoridades de la organización de Caminos y Sabores: Marcela Noble Herrera, Eugenio Schlossberg, Norberto Frigerio, Martín Schvartzman, Tomás Salvagni, Dolores Mitre y Martín Etchevers.
En un momento de su recorrida, Macri no dudó en colocarse el delantal de un stand de chacinados y quesos. Pasó detrás del mostrador de la familia Sersale y ofreció bocados al público. “Lo que más me gusta son los productos que no encontramos habitualmente en Capital”, afirmó, remarcando así el carácter “federal” de Caminos y Sabores.
El mandatario resaltó que el evento nuclea los distintos sabores y productos argentinos, sobre todo artesanales. “Es la razón por la cual el público acompaña cada vez más. Me voy contento, lleno de regalos no aconsejable para una dieta. Pero quién te quita lo bailado”, bromeó.
También destacó la importancia de la muestra, “que crece porque potencia lo que somos capaces de hacer todos los argentinos a lo largo y ancho del país”. “La presencia de este número impresionante de productores tiene que ver con la importancia de las economías regionales”, comentó. Y adelantó que su apuesta y compromiso futuro con vistas a su postulación presidencial en 2015 “es la consolidación de las iniciativas productivas de cada zona de país, porque de esta manera se pueden generar más de un millón de puestos de trabajo”.
“No se trata de un imposible, porque ya lo estamos produciendo y bien. Sólo hace falta que desde el Estado acompañemos de cerca a cada productor, para que pueda arribar con su productos a las puertas de cada casa, no sólo en Argentina, sino en todo el mundo”, afirmó. Y completó que apuntando a esos objetivos concretos, “habrá mucho trabajo en el interior del país, lo que permitirá el arraigo en los pueblos y la gente no tendrá la necesidad de emigrar contra su voluntad”.