-Del 1 al 7 de mayo se celebra la Semana del Alfajor, la golosina preferida por todos los argentinos que también estará presente en El Gran Mercado Argentino.

-Un recorrido por el ADN de tres emprendimientos de alfajores: Milagros del Cielo, La Lombardía y Alfajores Ninet que participarán de la 16° edición de Caminos y Sabores del 7 al 10 de julio en el predio de La Rural.

Si estás leyendo esta nota es porque, seguramente, estás dentro de los fanáticos que llevan al alfajor al primer puesto del ranking de las golosinas más vendidas en Argentina. Es uno de los dulces más saboreados por grandes y chicos, elegido por uno de cada 4 consumidores. Y, aunque técnicamente su origen es árabe (la palabra proviene de al-hasú, que significa “relleno”), luego se introdujo en España y fue con la colonización cuando llegó a América del Sur en donde comenzó a prepararse, principalmente en los conventos, con forma de cuadrados rellenos de dulces de frutas y recubiertos con azúcar. A partir de allí, es en tierras argentinas cuando por 1869 el químico francés Augusto Chammás inauguró en la provincia de Córdoba una pequeña industria familiar dedicada a la confección de dulces y confituras, decidiendo que aquellas tabletas cuadradas fueran redondas y que se llamarían oficialmente “alfajor”. 

Pasaron los años y fue en 2017 cuando un grupo de kioskeros le otorgó a este clásico argentino el reconocimiento que se merece, decidiendo darle no un día sino una semana completa de celebración desde el 1 al 7 de mayo. 

¿Vos cuál elegís?

Desde siempre, la clásica rivalidad entre los alfajores estuvo dada por el blanco y el negro. Uno cubierto con glasé, merengue o chocolate blanco, y el otro bañado en chocolate negro. Las discusiones en sobremesa podían llegar a ser tan acaloradas como las de un Boca / River, aunque había un punto en el que todos llegaban a un acuerdo: el relleno debía ser de dulce de leche. Hasta que llegó el alfajor de frutas, un tercero en discordia que abrió aún más las aguas. Se fueron sumando variedades y cada región o provincia argentina adoptó su propio alfajor como emblema, así nos encontramos con sus versiones santafecinas, cordobesas, patagónicas y, por supuesto, marplatenses, entre otras. 

Los hay simples, triples, de maicena, con tapas de hojaldre o de galletitas, con más o menos relleno, bañados y, cada vez más, con una variedad de sabores innovadores que conquistan hasta al más conservador de los fanáticos del típico alfajor de dulce de leche. Como prueba de su evolución, solo habrá que darse una vuelta por el sector del Camino Dulce de Caminos y Sabores, del 7 al 10 de julio, en donde se podrán degustar los más ricos y originales alfajores que, además, son 100% artesanales.

Desde la ciudad de los alfajores 

Hace unos veinte años, mientras trabajaba como empleada en una fábrica de alfajores, Fabiana Ocaranza se preguntó por qué no hacer su propio emprendimiento. Y, habiéndose criado en la ciudad de los alfajores, como no podía ser de otra manera, abrió así Milagros del cielo. “Siempre fui curiosa con el alfajor, es como que trae reminiscencias. Mucha gente se acuerda de cuando venía a Mar del Plata de vacaciones con sus papás. Son recuerdos del verano en familia. Uno llevaba alfajores de regalo y no tenía ni que decir que había estado en la playa. Se relaciona mucho con las vacaciones y la distensión”. 

Inquieta y desafiante, decidió sumar a los sabores clásicos, 16 opciones innovadoras para su línea de Especiales que, además, son una bomba porque pesan entre 90 y 100 gramos. “El secreto está en saber preparar un buen relleno”, dice y al ver sus alfajores no quedan dudas: 50 gramos de crema de avellanas, pasas al rhum, mousse al licor, crema de lemoncello, de menta, café o de mousse de chocolate con pasas maceradas al licor. Recientemente crearon uno relleno con galletitas de chocolate y crema, rodeadas de un generoso dulce de leche y bañado en chocolate blanco o negro. 

Para los menos golosos están las opciones con frutas que incluyen de cerezas, arándanos, frutos del bosque y, según la fruta de estación, pueden sorprenderse con los de sauco o rosa mosqueta. También los clásicos de chocolate blanco o negro rellenos de dulce de leche, y el de coco. 

Aunque parece un desafío imposible de cumplir, al momento de tener que elegir uno, Fabiana no duda y dice: “el especial de crema de mousse al licor”: una crema hecha con chocolate, licor y “otros secretitos”, con galletitas de vainilla y chocolate cobertura semiamargo. El tip para degustarlo es “cortar un pedacito y darle un tiempo en boca, sentir los sabores al paladar”. Sin dudas, otro desafío a prueba de ansiosos que, por suerte, no vas a tener que esperar a tus próximas vacaciones en Mar del Plata para probarlo porque Milagros del Cielo formará parte del Camino Dulce del Gran Mercado Argentino con esta y todas sus irresistibles tentaciones. “Después de la pandemia la gente está esperando esta expo que a mí me encanta porque son productores de todo el país”, afirma Fabiana que ya es la cuarta edición en la que dirá presente.  

IG: https://www.instagram.com/milagrosdelcielo_mdp/

“Hacemos alfajores, fabricamos oportunidades”

Es la frase que representa a los alfajores que realizan en Campana 15 jóvenes adultos con discapacidad que asisten a la Fundación Abriendo Caminos. Una iniciativa que nació en un taller de gastronomía y hoy cuenta con una línea de producción con la que desarrollan los productos para comercializarlos en el mercado bajo la marca La Lombardía. “El alfajor es un emblema de la identidad nacional, es muy argentino. Encolumnar detrás de eso un proyecto de inclusión, nos enorgullece”, expresa Rodrigo Trasciatti, integrante de la Fundación Abriendo Caminos, y explica que lo que hacen “no es adaptar a las personas con discapacidad al proceso de producción sino al revés, adaptamos nuestro proceso de producción a un grupo de personas con discapacidad. Generamos las condiciones donde cada uno pueda desempeñarse con comodidad según sus particularidades. A veces es la misma estructura la que genera limitaciones y con solo rotar una máquina, por ejemplo, se soluciona”.  

Si bien el 100% de las ventas se reinvierte en la Fundación con la intención de ampliar la participación de más personas y aumentar la variedad de productos, Rodrigo aclara que “nunca salimos a vender el alfajor por lo que somos, lo hacemos porque consideramos que está bueno, es rico y queremos que la gente lo elija primero como producto y que después se entere que detrás hay una historia y que al comprarlo están colaborando con el proyecto de inclusión de la Fundación”. Este año, La Lombardía debutará como expositor en la feria Caminos y Sabores. Durante los cuatro días (de 12 a 20hs) se irán rotando los jóvenes fabricantes para acercar los deliciosos alfajores al público visitante.

Los alfajores que realizan son completamente artesanales, “hacemos desde la producción de la masa hasta el envasado; nuestra tapa tiene mucho cacao y un sabor intenso, que mezclada con el dulce de leche genera una combinación muy buena, la cobertura es un baño de chocolate semiamargo o blanco”. Con el objetivo puesto en la calidad del producto, y no en la cantidad de producción, se declaran “muy exigentes a la hora de sacar un muy buen producto, con materias primas de primera calidad”. 

IG: https://www.instagram.com/lalombardia/ 

Familia de alfajoreros

Daniel Padín todavía recuerda el aroma a chocolate que invadía su casa de la infancia cuando Mónica y Horacio, sus padres, estaban en la cocina preparando uno por uno los alfajores que luego saldrían a vender. Casi cuatro décadas más tarde, ese mismo aroma se expande por la fábrica que tienen en Mar del Tuyú en la que realizan los Alfajores Ninet, nombre puesto en homenaje a la abuela paterna que dio origen a esta tradición familiar que ya lleva tres generaciones. “En nuestra familia la palabra alfajor abarca todo, porque nos dedicamos a eso, vivimos de eso y para eso”, afirma Daniel que espera con expectativas, después de dos años de pandemia, el encuentro con el público de Caminos y Sabores, feria en la que tienen asistencia perfecta casi desde sus inicios.

Hay dos cosas que no le puede faltar a un rico alfajor: un buen chocolate y dulce de leche. Por supuesto, todo bien abundante. Y así son los que realizan, combinándolos con nuevos sabores como el alfajor al whisky con pasas maceradas, dulce de leche y merengue en el relleno, más otros ingredientes secretos que solo mamá Mónica, la creadora de las recetas, los sabe. Próximamente se viene uno “con baño de chocolate al que se le agregan pepitas de chocolate”, anticipa Daniel para quien el de baño con merengue italiano es el preferido.

Entre las variedades, también ofrecen alfajores con almendras, nueces, merengue, frutales (membrillo, frutilla, durazno), glaseados con merengue italiano, chocolate negro, blanco y de maicena. Si se te está haciendo agua la boca, reservá espacio en tu agenda del 7 al 10 de julio para pasar por el stand de Alfajores Ninet en El Gran Mercado Argentino y ¡date el gusto de probarlos! 

IG: https://www.instagram.com/ninet.oficial/ 

Para los tres emprendedores, que serán parte del Camino Dulce en Caminos Sabores 2022, el momento ideal para comer un alfajor es por la noche, después de cenar, acompañándolo con un café, un té o, por qué no, algún licor. ¿A vos cómo te gusta?

Más información en: https://www.caminosysabores.com.ar/